"Íntegro" por Aníbal Gómez de la Fuente

Posted by estebanlc_rock On jueves, 30 de septiembre de 2010 0 comentarios



Íntegro

Cuando nacemos carecemos de integridad. Mientras la vida transcurre nuestro órgano de la conciencia crea una maravillosa sensación de unidad. Creemos que somos siempre el mismo. El que tengamos un nombre y que los demás nos reconozcan con él, la manera de comer, el color de pelo, el olor, la manera de vestir, alimentan esa ilusión. Nosotros mismos contribuimos en mantener la ilusión eternizando hábitos, muchas veces contra toda razón.
   

 La gente que me rodea cree que permanezco siempre igual, que me conservo entero, pero yo sé que mi espíritu se desgaja en pedazos con un sonido sordo, un sonido ya tan familiar. Pienso en este saber momentáneo y me veo en un presente que en instantes nuevamente dejará de existir.
  

 Debemos alimentarnos día a día. Al comer hacemos entrar en nuestro cuerpo complejos y extraños objetos orgánicos e inorgánicos, nutridos por la misma tierra que nosotros. Al hacerlo consumamos un sacrificio en el cual elegimos por nosotros frente a todas las cosas.
   

 Amaba el olor de la carne asada, los aromas de los guisos especiados, los ruidos de las ollas hirvientes, el sabor de una fruta fresca, el vino vertido en mi estómago cuyo calor sentí difundirse por todo mi cuerpo, el agua que hace fluir en nosotros los minerales de la tierra y de la lluvia.
 

 Jamás tomé alimento sin maravillarme de que esa materia pudiera convertirse en sangre, en calor, en valentía, en amor, en miedo. Si mi espíritu tuviera los poderes asimiladores de mi cuerpo todo hubiera sido muy diferente.
 

 Así renovamos nuestros tejidos, oxigenamos nuestras células, y luego, excretamos los desperdicios de la transformación.
 

 También dediqué mi tiempo a otro tipo de alimento, más sutil. Una adecuada elección de las impresiones conforma un alimento que nutre la psicología. El buen cine, la literatura, la plástica, me dieron la más fina sensibilidad. Una sensibilidad que me permite apreciar la realidad del modo más especial.
    

 El tiempo discurre por entre las rendijas del espacio y se vierte en la nada de donde salió. Avanza inexorable, dejando recuerdos oscuros de un presente inasible que se me escapa con el acostumbrado sinsabor. ¿Qué es un minuto? ¿Qué es un segundo? Siento el paso del tiempo dolorosamente.
 

 Cuarenta años vividos y mis recuerdos se podrían sintetizar en dos horas de relato ¿Qué es lo que sucede con lo vivido?
 

 Con cada evocación pierdo parte de la vivencia tiñéndola de las impresiones del presente. Me gustaría tener una memoria perfecta que me permita recordar con exactitud lo vivido. Así, volvería vivir cada instante de la totalidad de mis experiencias. De esta manera los seres queridos no se irían, estarían con uno para siempre. Quisiera poder evocar a cada uno de los que vivieron algo conmigo pero apenas puedo rescatar una sensación, un sentimiento, una idea. Pero recordar en forma perfecta no me dejaría tiempo para vivir el presente. El presente se perdería en los recuerdos de una vida. Así pasaría el tiempo, recuerdo tras recuerdo en una cascada interminable. Quedaría atrapado en un bucle infinito de imágenes rememoradas.
  

 Llegué a una edad en la que la vida es una derrota aceptada. Ya ni una partícula de mi cuerpo es la misma que nació hace tantos años. ¿Quién soy?, me pregunto. Ni bien la carne que me conforma comienza a pertenecerme, muere y es reemplazada, de una manera cada vez menos eficiente, por este sistema que es mi cuerpo. Siento como la materia que me constituye nace y luego muere antes de ser totalmente mía.
 

 Recuerdo claramente el día en que la idea se instaló en mi mente. Pensé por primera vez que mi cuerpo, este amigo mejor conocido que mi alma, no es más que un monstruo que espera devorarme. Las pantagruélicas comidas me llenaron de la repugnancia y al hastío. La operación de alimentarme que merecía tantos cuidados dejó de tener sentido.
 

 Me abstuve de comer carne, tal vez inspirado en los hindúes que apartan la mirada de los corderos humeantes, o tal vez inspirado en los períodos de ayuno ritual de algunas religiones. Pero no fue suficiente. La dieta herbívora me exigía más atenciones que la misma gula y no mitigaba la horrible sensación de incompletitud. Pero descubrí que en la que represión de los apetitos había una verdad oculta.
 

 Me invade una sensación de perdida abrumadora y se me plantea una lucha interior: puedo descansar, olvidarme de todo y dormir en paz o bucear en mis sentimientos para saber qué me pasa.
 Aquí estoy, con mis muertos, con mis alegrías banales, con mis sentimientos, con mis fantasmas, con mis rencores, conformando un tramado humano efímero en el tapiz de conciencias de este planeta. Que pequeñez, que insignificancia. La pregunta "para qué" surge sola, sin esfuerzos, con un lastimero silencio como respuesta. "Para qué".
 

 Entonces decidí morir íntegro o, por lo menos, lo más íntegro posible.
   

 Suprimí las charlas intrascendentes y toda relación con cualquier planta, animal o persona. Dejé de hablar con los demás hace un tiempo que me es imposible determinar, para apartarme de las impresiones del mundo que también me contaminan. Si hubiera podido dejar de respirar por una hora lo hubiese hecho. Mi relación con el género humano se fue volviendo cada vez más distante.
 

 La sensación de frío o de calor me atormentan especialmente. Puedo llenar una bañera con agua para meterme en ella y regular su temperatura hasta no sentir sensación alguna, pero tarde o temprano algún tipo de impresión rompe el hechizo.
   

 De a poco fui dejando de comer, de beber líquidos excepto agua. Al comienzo fue muy difícil porque mi cuerpo se revelaba contra la abstinencia.
 

 El sueño fue paulatinamente ganando espacio. Empiezo a reconocer a la muerte cada vez que me abandona la conciencia. El sueño en el caigo cada vez más frecuentemente me muestra la manera de dejar de ser. Siento el agotamiento de mi sustancia humana. Una maravillosa levedad me invade cada vez que caigo dormido. Se me embotan los sentidos y pienso que el trance será subjetivamente más rápido.
 

 Dejé también de ver y oler, de escuchar y de sentir con la piel. Ahora, siento como esa deliciosa sensación de integridad crece dentro de mí. Cuando más completo me siento la vida se me escapa. Mi piel y mis huesos son prácticamente la misma cosa y ya no me quedan fuerzas para disfrutar del momento.
 

 Si la muerte voluntaria no fuera deseable, no estaría condenada por la mayoría de las religiones. El deseo de la propia muerte es un sentimiento lícito, no hay dudas.
 

 Encuentro a la muerte en el acto más íntegro de mi existencia.


Íntegro. © Aníbal Gómez de la Fuente, 2004.

Chat con ro XD

Posted by estebanlc_rock On martes, 28 de septiembre de 2010 0 comentarios

Terminé Hush hush!!!!!!

Posted by estebanlc_rock On viernes, 17 de septiembre de 2010 0 comentarios


Estubo muy bueno, aunque encontre muchas similitudes con las cronicas vampiricas de smith y con crepusculo...y el principio no es tan oscuro.
Pero después se va poniendo muy interesánte Nora esta confundida todo el tiempo hasta que va encontrando las respuestas a sus preguntas.
El trabajo detectivesco que realiza no me parece muy creible, bue al menos hasta el momento que comienza a estar en riesgo su vida, aunque en todo momento estubo en riesgo su vida, desde que conocio a Patch, pero obvio que ella no lo sabíaa.
Me gusto muchooooo, lastima que la autora no recrea más los ambientes.
En fin una buena historia de romance sobrenatural.

Los libros que me compre wiiiii

Posted by estebanlc_rock On lunes, 13 de septiembre de 2010 0 comentarios

Ayyyyyyyyyy los libritos que me compreeeeeeee :) ya quiero terminarlosssssss.
Día de mierrrr..............hacia muchoooo friooooo...
Igual cosoooooo fui a averiguar los viajes para cordobaaaa yy y y y la chicaaaaa eraaaa hermosaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa babaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!.........igual no tanto como rooo!! :)

Desesperanza (por mí)

Posted by estebanlc_rock On 0 comentarios

Esto escribi hace muchooooooo tiempo, y significa mucho para mí. Lo llamé "Desesperanza" y quería compartirlo en mi blog.


Desesperanza
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La vida no es vida,
sino un constante sufriemiento y lucha.
La felicidad está en manos de muy pocos
y la felicidad absoluta no está en manos de nadie,
¿por qué todo es así?!!!...
¡tiene sentido vivir?!...
Nada parece ir bien, pero sigo creyendo,
sigo insistiendo
ilusionado a que todo esto alguna vez acabe
mientras tanto.....seguire luchando.
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Cuando me vaya de la faz de la tierra -si todo sigue así-,
reclamaré vida eterna,
junto a sensaciones que jamás he tenido,
solo esperandoo la noo desilución...
Porque perdí el sentido de la vida
y la vida en todo sentido
estoy encerrado en una habitación oscura
sin una maldita ventana, que me de aire, que me de libertad
solo encuentro puertas cerradas y nose por donde escapar...
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Esa es mi vidaa...
viendooo de puerta en puerta.....
Sientoooo....que una por fin se abre!...
y otra vez infinita oscuridad,
dulce compañia y guia.
Comienzoo a reirmeeeee....
ya todo lo comprendoo
es usted señorr, ha venido a buscarme,
con gusto me uniré a sus fieles seguidores.
Me comienzo a ir,
ya no sentía miedo de mi destino....
miro hacia atras....y veo....allá a lo lejos
que una niña con vestido blanco, se asoma a la puerta....
me llama una y mil veces yyy....ya no hay caso....no volveré....
la vida no tiene sentido.
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Esteban LC.

El cuervo (Edgar Allan Poe)

Posted by estebanlc_rock On domingo, 12 de septiembre de 2010 0 comentarios

El cuervo
Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

Paramore T4 performances

Posted by estebanlc_rock On jueves, 9 de septiembre de 2010 0 comentarios








R&E 7

Posted by estebanlc_rock On 0 comentarios


El martes en la 12 con roo wiiiiiiiii

R&E 6

Posted by estebanlc_rock On domingo, 5 de septiembre de 2010 0 comentarios


Jajajajjajajjajja me encantoooo el dibujitooooooo...

R&E 5

Posted by estebanlc_rock On 0 comentarios


Me faltoooooo esta piccc

Dante angel 2 (modificaciones)

Posted by estebanlc_rock On viernes, 3 de septiembre de 2010 0 comentarios




Sin duda esa tipografía queda mucho mejor :)

Dante angel

Posted by estebanlc_rock On jueves, 2 de septiembre de 2010 0 comentarios





Aqui tienen un diseño hecho por mi, espero que les guste.....combine a Dante (personaje principal del Devil May Cry) con Viktor (uno de los vampiros lideres de Underworld). Sin duda el primero es el que más me gusta por conservar la misma tonalidad, aunque nuse si el angel resalta lo suficiente.... :S tamo al hornooo.....me encanta hacer estas cosas y sin embargo no me quedo conforme con ninguno de mis diseños, siempre me pasa lo mismo.