Lo único que pienso en éste momento es en escribir, hace rato que tenía ganas.
Definiría mi estado como incierto, transito un momento de confusión. Mi vida está un poco estancada. Es inevitable la comparación, meses atrás todo era mucho mejor.
Cuando la tranquilidad golpea tu puerta y su intención es quedarse, te acostumbras a una vida sin tantas preocupaciones, más serena. Todo lo tomas con un sentido más armonioso en relación y a medida de tu personalidad.
Hace poco escuchaba en la tele una frase que no recuerdo muy bien, pero que con pocas palabras se explicaría de ésta manera, cuando los problemas cesan, y tu mente está tranquila aparece el verdadero yo en todo su esplendor. Vale aclarar que es absolutamente verdad. Disfrutar momentos, encarar la vida de manera positiva, solo es algo que puedes realizar cuando la cabeza está despejada. Si tienes cualquier problema presente en cualquier situación por más buena que sea, el momento está condicionado. El disfrute se opaca a un nivel minúsculo. Si carece de importancia un momento, se suma a nuestra vida otro lapso de tiempo en vano, que uno cree que paso sin sentido o motivo alguno. En consecuencia se transforma en un vacío, mas leña para el fuego, un hoyo con profundidad abismal que no podemos negar. Ese sentimiento es intolerable.
Pero no hay que volverse loco.
Si me pongo a pensar en cierta manera es parecido a la descomposición o alguna enfermedad, cuando las bacterias ingresan a nuestro organismo, se reproducen y cada vez hay más y más, el cuerpo toma medidas y lo expone como síntomas. Cómo estar tranquilo cuando en nuestro interior hay algo que espera juntar suficientes fuerzas para destruirnos por completo?. Siento la ansiedad, como aquello espera el momento oportuno y estalla por sorpresa, sin compasión, sin sentido, como un mecanismo automático.
Sé que estoy peleando con fuerzas que van más allá de la naturaleza, suerte y destino son sus nombres. Lucho todos los días para simpatizarles, y sin ayuda se que no voy a poder.
Yo necesito que estén de mi lado ya que son la fuente de todas mis esperanzas. Sé que no puedo hacer mucho, no es algo concreto a lo que me pueda dirigir y convencer. Nadie sabe qué camino toman y por qué cuestiones se guían. Solo sé que mi convicción y mis deseos de alguna manera pueden hacer un pequeño esfuerzo para encaminar mi vida, para retener aquella razón de mi existencia. Para que mi ser obtenga confianza y todas esas seguridades que simplemente preciso.
Compañero de mi alma, compañero de mi vida, amigo, hermano esto es algo que escribo como homenaje, como recuerdo. Sos y fuiste algo tan importante, llenaste de alegría mi vida y no sé como agradecértelo. El destino te trajo hacia mí, de eso estoy seguro, pues debías permanecer a mi lado. Tu ausencia es algo que nunca terminaré de superar, vivirás en mi, como sé que yo viviré en ti.
Pasó todo de una manera tan extraña e inusual. Soy el único que sabe ciertas cosas y el último que te sintió por última vez.
Mis acciones inapropiadas marcaron mi esencia. Todavía no dije lo que debía decirte. No faltara oportunidad. Sé que no me puedes escuchar, pero si sentir y es todo lo que necesito. Una vez más elevare mi ser solo esperando mi cometido.
Todas las fotos instantáneas retenidas en mi mente son hermosas y es lo que lograste en mi existencia. Todavía recuerdo observándote esa tarde soleada y me pregunto que estarías pensando.
Jamás imaginé que iba a llegar este momento, pero debo entenderlo.