Estebulc

Algunos sueños se esfuman de mi mente inmediatamente después de despertarme. Solo se que dejan una sensación extraña. Me reencuentro a mi mismo. Aquellos abrazos desesperados, que reconfortan el alma, que la reconstruyen evitando su apagón en el rincón más oscuro de la existencia. Es tan triste pensarlo de aquella manera. Saber que la necesidad se transforma en sueños para no romper el sistema.
Vuelvo a impresionarme de los mecanismos de defensa. La voluntad de mi mente para controlar a la bestia. La tortura psicológica que aquello conlleva, solo buscando la supervivencia. Y es tan loco reflexionar y llegar a la conclusión de cómo se lleva a cabo el procedimiento. Retrasar la explosión el mayor tiempo posible con acciones improvisadas, de pobres recursos. Tapar la herida abierta con una pequeña tira adhesiva.

Incontenible, la bestia toma control de mi mente por momentos mostrando su poder, reduciendo todas las murallas a polvo insignificante. 
Quizá no sea la forma correcta de observar la situación, tal vez es distinto, acorralada se agita retomando fuerzas con periodos indefinidos de actividad. Aunque es estresante advertir que luego de todo este tiempo sigue intacta, con ansias de destruirme por dentro y enloquecerme paulatinamente como un monstruo disfrutando y esperando el momento oportuno para cazar a su victima.

Escóndete, escóndete, escóndete,  escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, escóndete, CORRE. escóndete, escóndete,  escóndete, escóndete, escóndete,  escóndete, escóndete, escóndete,  escóndete, escóndete, escóndete,  escóndete.

No grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites. ESPERA. GRITA. No grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites, no grites.

No calles, no calles, no calles,  no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, no calles, NO CALLES.

Se que no te tembló la mano al disparar.

Con los años aprendí que nada es para siempre, todo muere, a excepción de la esencia... al menos la de aquellos que hicieron lo suficiente para perdurar.

Pienso que la existencia del ser humano sería incompleta sin la de otros animales.