Algunos crecen sin estar realmente preparados para la "vida". Quizás pensaron que si se comportaban, respetaban y no lastimaban a nadie la "vida" los recompensaría.
Es así que, a medida que pasa el tiempo, uno se crea expectativas, "una gran mentira". Las cosas malas suceden y toman a uno desprevenido. A veces golpea donde más duele y uno sin merecerlo debe tomar fuerzas para levantarse del piso. Con toda la inocencia, con la cara mojada de tanto llorar. Es difícil de explicar pero ahí estas, contra el mundo y muchas veces solo.
Comienzas a creer que "la vida" no es para vos, la autoestima se esfuma en un abrir y cerrar de ojos y surge el pensamiento de culpa y odio hacia uno mismo.
El ser humano es increíble, siempre esta dispuesto a continuar, a olvidar lo malo para progresar, para defenderse de un mundo cruel y pronto, por más fuerte que sea la tormenta, se pone de pie o se arrastra para seguir por el camino. Empieza a costar sostener la sonrisa, pero como un acto reflejo se dibuja en nuestro rostro.
Pero... uno se da cuenta que no era solo una racha de mala suerte. Como un acto sistemático se acumulan piedras a nuestro paso y tanto el cuerpo como la mente empieza a flaquear, las ganas no son las mismas, las piernas no responden, la cabeza hace un click. Y es así como el chico "más bueno del mundo" cambia. Inocencia corrompida. Tan grave como los actos delictivos de cualquier escoria criminal pero no hay nadie a quien culpar.
Y es tan triste ver aquellas almas oscuras deambular por el mundo buscando un guía que de rumbo a su existencia.
Parecen palabras borradas en una hoja de papel, tan difíciles de observar pero tan claras al tacto.
Bendito sean los salvadores que con lápiz vuelven a dibujar la forma de aquellos símbolos tan importantes.
Quizá seas un simple observador, solo te pido que agarres cualquier objeto que marque y raya completamente la maldita hoja.
Es muy complicado sostener un pensamiento en el tiempo, lo sé. Aunque debes ser coherente con tus elecciones y valores, es sencillo borrar y eliminar todo lo que construiste. Déjame decirte que los errores pueden convertirse en tu mayor sostén.
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