Soy de los que creen que todo ocurre por algo, que todo
tiene un sentido en esta vida pero es incomprensible a la razón o a la vista
humana. Tal vez los diversos mundos creados por cada uno de nosotros no se
rijan a partir de deseos. Es horrible observar como el reconocimiento se queda
a mitad de camino, todo aquello que luchaste, entregaste y sacrificaste ha sido
en vano.
Increíble la verdad de todo esto pues, tengo que decirles
algo, tal vez no suene muy alentador, pero aquí va: "pocas palabras pueden
destrozar tu mundo en pocos segundos" terrible no es cierto?.
Soy de ver el lado bueno y malo a las cosas y opino que en
ciertas ocasiones reprimir sentimientos es algo bueno. Estoy convencido que las
cosas negativas no hay que ponerlas sobre la mesa, por la sencilla razón que no
es para nada productivo. Eso sí, al menos que tus sentimientos estén gritando e
implorando abrirse por tu garganta y terminar expulsados por la boca logrando únicamente
la descarga de tensión. Es inevitable hacer la comparación del cuerpo humano
con una maquina que se sobrecarga, ya sea de energía o información que no pueda
procesar. O en muchos casos ciertos procesos que deben liberarse para
desbloquear el sistema.
Medir las palabras es algo que aprendí de muy chico. Nunca
me gusto hacer sentir mal a nadie por placer propio. Mas ahora entiendo mi
comportamiento al recibir esas "palabras" que alguna vez tanto reprimí
yo.
Tan fácil para algunos, tan difícil para otros. El esfuerzo
nunca debe ser en vano saben.
Esta bomba de tiempo tiene que consumirse dentro de mí, debe
terminar ahora mismo porque temo las consecuencias como a nada en el mundo. Y
lo único que puede ser peor es destruirme yo mismo, con mis propias acciones
desmedidas. El control debe prevalecer.