Estebulc

Sin dudas hay días en los que te necesito mucho más que en otros, por ejemplo hoy quisiera verte sin importar la circunstancia. Tal vez la iluminación me haga recordar aquellos momentos de charlas intrascedentales que ponían en evidencia la falta de problemas y por ende la felicidad que transitaba. Mi camino es un camino lleno de nostalgia. Mi mente masoquista tiene una memoria envidiable para aquellas cosas. 
En esta época del año me recuerdo planeando una salida, averiguando alojamientos por doquier tan solo para darte el gusto, para tener paz, para desconectarme del mundo. Eras mi escape y mi refugio, aquel pilar inamovible que me sostenía, eras aquel futuro prometedor plagado de esperanza y buenas sensaciones. Estabas muy alto, más alto de lo que jamás puedas llegar a imaginar, te respetaba, te admiraba y te contemplaba con una emoción que justificaba lo que significabas para mí. 
Por otro lado yo... yo no se muy bien lo que era. Prefiero no pensarlo. La duda siempre latente, la relación parecía pender de un hilo imposible de sostener, demasiado frágil, demasiado descuidado.
Tan solo me recuerdo batallando contra la corriente, recibiendo un golpe tras otro para luego despertarme en el suelo con la certeza de que lo había perdido todo. Fue muy duro para mí. Simplemente no esperaba todo esto. No estaba preparado. De la nada mi vida cambió. El vació que me dejo la experiencia es inmenso. 
Siento que falta algo, algo irrecuperable.