Episodios del pasado. Entendiendo mi existencia - Desrealización y despersonalización

Posted by estebanlc_rock On miércoles, 11 de julio de 2018 0 comentarios

Las sensaciones de desrealización y despersonalización, son de las más temidas para las personas que padecen diversos trastornos de ansiedad. Sin embargo no encontramos apenas bibliografía que trate de dichas sensaciones. Por otro lado es algo muy difícil de conceptuar y definir. Intuyo que esa es una de las razones por la cual la gente le da mucho más importancia de la que realmente tiene, y se asusta demás. Como dijo Pierre Rey “Al no tener ya miedo de las palabras ¿cómo iba a temer las cosas?”

Aunque a veces aparecen nombrados de forma indistinta. Lo cierto es que cada término esta hablando de una experiencia diferente. Por despersonalización hablamos de la sensación de extrañeza del Yo. Algunas frases para referirse a la despersonalización son:

“Es como si tu cuerpo y tu mente no te perteneciesen, de ahí por lo menos para mí lo de la despersonalización, no tengo ningún control sobre ello, por más que trate de relajarme y pensar en otra cosa, siento el cuerpo rarísimo….”

Otras descripciones documentadas son:

*Separado del cuerpo.
*Si hablo me oigo como por dentro.
*Irreal, extraño o raro.
*Como si salieras de tu cuerpo.
*Tengo la sensación que mis movimientos son como un robot, si giro la cabeza es como que la visión va en bloques.

Cuando hablamos de desrealización nos referimos a la percepción del mundo como algo irreal o extraño. Aparecen expresiones como:

“Me siento como mareado, con una sensación de desprotección, ya que en ese momento no soy capaz de pensar en nada más que en lo que me está pasando; me siento sin fuerzas, decaído y la recuerdo como uno de las peores sensaciones de mi agorafobia”

“Para mi esa sensación es como si todo lo estuviera viendo como una película, parece que lo estás viendo desde fuera, desde arriba, no sé. La visión no es normal, parece que oigo más de la cuenta y tengo la sensación que voy a dejar de entender…”

“Es como si se abriera una brecha entre mi mundo y el exterior ya que lo que percibo se aleja con esta sensación, es como si dejaras en cierto modo de ser “humano”. No digo que la realidad llegue a distorsionarse pero queda cerca (El Grito de Münch me recuerda mucho a lo que veo).

Otras descripciones documentadas son:

*Como en un sueño.
*Irreal, extraño raro.
*Como si pisaras el aire.
*Como si esto no fuera conmigo.
*Aparecen como síntomas de muchos trastornos, especialmente nos referimos a los trastornos de ansiedad. Sin embargo no tienen porque representar un indicio de patología. Ambas sensaciones pueden aparecer en personas que no tengan ninguna problemática, como parte de su continuo de conciencia.

Ambas pueden resultar muy molestas para las personas que los viven. Creando mucha confusión, e incluso dudas, acerca del estado de salud mental de la persona. Quienes padecen estos trastornos los suelen asociar al miedo a la locura, o a la perdida de control. Aunque como veremos, el peligro no esta en las sensaciones, sino en la forma de categorizarlas y juzgarlas.

Las sensaciones en si no son peligrosas, incluso algunos autores hablan de que puedan tener una función de defensa ante determinadas circunstancias. Por ejemplo ante situaciones limites, o ante catástrofes, las personas implicadas en esas circunstancias no suelen resaltar excesivas experiencias de pánico.

“Mi sensación de irrealidad surge en el mismo momento en el que me niego a aceptar la realidad. Os pondré un ejemplo: cuando en plena crisis de ansiedad no quiero que siga; cuando vi en directo como un avión se estrellaba contra la segunda torre gemela; o cuando tengo que enfrentarme a algo que esta totalmente fuera de mi control”.

Hasta ahora existe un mito, por el cual la colectividad, en este tipo de situaciones esta dominada por el miedo, y por el sálvese quien pueda, como defendía Le Bon en su “Psicología de las masas”. Por el contrario, muchas personas relatan que veían la situación como si fuese una película, como si no estuviesen allí. Ante situaciones en las que el psiquismo se ve desbordado, como puede ser la perdida de alguien querido, la desrealización provoca, por así decirlo un paréntesis, alejándonos de las emociones, para poder asimilar más adelante lo que ha pasado. De hecho el trastorno por despersonalización (que puede cursar independientemente del pánico y la agorafobia), esta clasificado en el DSM IV como trastorno disociativo. Y la disociación es un mecanismo de defensa. Que nadie se asuste con la introducción de este nuevo término.

“Me pasa cuando estoy en un grupo de gente y alguien está contando algo que se supone tienes que seguir con interés pues en un momento dado mi cabeza desconecta y empieza a ver todo raro”.

Todos en alguno momento determinado de nuestra vida, nos disociamos de una manera u otra. A veces hemos estado viendo durante horas la televisión, y apenas nos hemos enterado de lo que estaba pasando, o en otras de pronto nos estamos dando cuenta que nuestro interlocutor estaba hablando, y no le estábamos haciendo ni caso. A veces un acontecimiento has sido muy traumático, y no podemos recordar bien que era lo que había pasado. Nuestra mente se protege de esta manera de lo que cree que no puede asimilar emocionalmente.

El problema surge cuando nos asusta la aparición de estas percepciones. A menudo podemos llegar a un círculo cerrado. Ya que al asustarnos dichas sensaciones, estamos comprobando continuamente si están, o no están. Y efectivamente, si estamos pendientes de si nos pica una parte del cuerpo, encontraremos picor.

Con mis pacientes hipocondríacos hay una cosa que les suelo prohibir (aparte de buscar síntomas por Internet), y son los famosos medidores de tensión, que algunas personas tienen en sus casas. Lo curioso es que siempre inician una búsqueda, con el objetivo de tranquilizarse, y sin embargo cuanto mas buscan la tranquilidad, más motivos tienen para alterarse. Pongamos que se toman la tensión y les sale alta. Entonces se preocuparan. Sin embargo, si se toman la tensión, y esta se encuentra dentro de los valores normales. ¿Alguien cree que esta persona quedara tranquila?. Pues lo curioso es que se la volverán a tomar una y otra vez, hasta comprobar que la tienen alta efectivamente, y entonces si que se preocuparan.

Normalmente las personas a las que más les afecta estas percepciones son las que tienen un perfil controlador, y con tendencia a la rigidez. Son personas que tienden a intentar llevar un control sobre lo que les rodea. Muchas veces refieren miedo a la locura y a la pérdida de control, precisamente. La locura, y la muerte, son entendidas como las mayores perdidas de control. No es la irrealidad, o la despersonalización, las que provocan el pánico. Mas bien son los intentos por acotarlas, o la idea de que no pueden estar ahí, las que lo provocan.

Veamos algunos ejemplos de esto:

“Lo que más miedo me da es que eso se prolongue mucho y esté así toda la vida, pero se quita, uf….”
“Me daba miedo pensar que no iba a volver a estar yo dentro de la película, que me iba a quedar ahí”.
“Yo la he vivido como algo muy angustiante, porque intento controlarla y no puedo”
“No sabe uno donde se encuentra y quieres volver al presente y tu mente se bloquea por segundos..”.

A veces partimos de la idea equivocada de que podemos percibir el mundo siempre de la misma manera. Independientemente del estado de salud, del momento del día, o del estado emocional en que nos encontremos. El miedo en muchas personas es una resistencia al cambio. Y parece lógico concluir que nuestra conciencia y nuestra percepción se mueven. No somos los mismos que hace cinco minutos. Maslow definía el yo como un conjunto cambiante de percepciones. Asumir que uno esta vivo es asumir también el movimiento. Es como si esperásemos que la vida no latiera, ni se trasmutara. Pero no podemos obviar el latido.

Parece la eterna disputa entre Heraclito y Parmenides. Uno decía que no nos podíamos bañar dos veces en el mismo río, el otro que el agua del río era siempre las misma. Lo milagroso es que ocurren ambas cosas. Y aunque nuestra percepción nos enseña que el sol siempre sale por el este, nunca es el mismo sol. Así que ¿Qué es lo que resulta tan atemorizante del cambio?, me pregunto. ¿Qué es lo que realmente resulta terrorífico en estas sensaciones?.


Bajo mi punto de vista, en la desrealización, es la creencia de que en esa situación uno se halla incomunicado e impotente, como desconectado de lo que le rodea. Se siente terriblemente solo y aislado. La persona se siente alejada del mundo, y desprotegida. Es una especie de exilio involuntario.

“Tu estás ahí en medio rodeada de toda esa gente que parece que tiene un destino mientras que tú no tienes ningún destino,o todavía no lo has descubierto, y te gustaría contárselo a los demás…”

“Respecto a por qué me da miedo -pánico-, no sé decir una causa concreta. Si pienso que puede ser porque en el momento en el que se produce estoy débil, estoy a punto de sufrir un ataque de pánico, estoy lejos de casa, y es en ese momento cuando más necesito estar en contacto con el mundo, sentirme parte de él y, que te venga esta sensación es como llevarte al extremo opuesto donde me podría encontrar seguro”

En la despersonalización uno teme perder su identidad. Teme irse sin su cuerpo, desaparecer, dejar de ser solidó. Pero nunca olvidemos que estamos confundiendo el miedo a estar desconectados, con estar desconectados, y el miedo a perder la identidad con la perdida de la identidad. Y definitivamente, no es lo mismo. Es como confundir el miedo a la muerte con morirse. O el miedo a la parálisis con estar realmente paralizado.

Fuente: http://amadag.com/desrealizacion_y_despersonalizacion-html/

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