Posted by estebanlc_rock
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martes, 17 de julio de 2012
Últimamente me siento sin poder de decisión.
Siento como infinidad de cosas buenas y malas atraviesan mi mente sin la necesidad de tener una razón específica.
Cruzan a toda velocidad como alguien que se ahoga y se desespera por salir a superficie a tomar una bocanada de aire.
Algunas de ellas logran calmarme, otras producen el efecto contrario, me asustan, me incomodan.
Hoy descubrí que tan frágil soy. Cómo puedo entrar en pánico en un abrir y cerrar de ojos. Tan fácil como una hoja se seca al entrar el otoño. Tan indefenso como un árbol sacudiéndose en plena tormenta.
Desearía tener grandes y fuertes muros por los que escalar. Largos y resistentes techos con los que resguardarme. Preparado y listo para tomar el control ante cualquier amenaza.
Desearía crear en mi interior una coraza a prueba de todo, para estar seguro de que nadie me lastimará.
No tengo nada de eso, aunque en un último suspiro creo que algo u alguien se apiadó de mí y me entregó un alma compañera, dispuesta a ayudarme a salir de mi profunda imperfección.
Estoy completamente seguro que es el mejor envión anímico que una persona pueda tener.
Y me aferraré a ella porque otra cosa no puedo hacer...
Cuando ves un único camino en tu vida lo aprecias hasta niveles inimaginables, lo valoras tanto que por más circunstancias atroces que se avecinen sabrás que las piernas responderán y seguirán un curso fijo.
Después de todo logras darte cuenta que no es tan malo. Al menos caminas sobre tierra firme con la esperanza y emoción que deberían caracterizar a cualquier ser humano.
Vos lo haces posible, solo vos.
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