Ya terminó un año y empezó otro. Muchos momentos se
desvanecieron aunque no lo suficiente como para no afectar mínimamente nuestro
ser. Al menos yo sé que no es así y eso me reconforta.
Sigo siendo el mismo y estoy tan orgulloso de mí. La lucha
interna que se genera en mi interior se despierta con diversos periodos de tiempo.
A veces más cortos, otras lo contrario. Pero la lucha siempre esta ahí.
Los valores, la bondad y todo aquello que me forma inevitablemente
son las cosas que me hacen daño pero que al mismo tiempo me dan fuerza para
seguir viviendo. Tan contradictorio no?.
¿Nunca se sentaron a esperar algo que nunca llegó?...
Sé lo que se siente, es tan desilusionante y desolador. Sobre todo si es
algo imprescindible en nuestra existencia.
Entonces me pregunto: ¿Cómo convivir con una necesidad insatisfecha?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario